Llevo tiempo preguntándome qué pasa con el precio de las camisetas de los equipos de fútbol. Minutos antes de escribir este artículo había visto una columna de opinión donde el titular me llamó la atención, y dentro encontré un alegato a que los clubes podrían bajar el precio para que todo el mundo tuviera acceso a las mismas a precios razonables. Y esto lo añado yo, a lo con los precios más bajos se iría acabando con la piratería de estas prendas.
SI las camisetas la pasada temporada podría sobrepasar en pocas decenas los cien euros, este precio ha quedado ridículo por cómo las venden este año; y eso que no sea alguna especial o de conmemoración, como la del delantero de Atlético de Madrid, Julián Álvarez, en la que por tener el dibujo de una araña (símbolo del apodo del jugador argentino) sobrepasaba los doscientos euros, 219 para ser exactos. ¿Adónde queremos llegar con todo esto?
Esa pregunta me la hago cada verano al ver que los precios suben y suben con el paso de las temporadas. Que los equipos estrenen modelos distintos creo que no es motivo para sangrar a las familias con hijos en los que éstos piden como regalo la camiseta de su equipo y de su jugador preferido. ¿Por qué una camiseta ‘oficial’ supera como precio medio los 160 euros si en los mercadillos, puestos ambulantes y, porqué no decir, en los sinfines portales y páginas webs, bien directas o a través de enlaces de las redes sociales las puedes encontrar por unos 20 o 25 euros? Con esto no quiero impulsar la compra de prendas falsificadas ni mucho menos, pero hay quien debería mirárselo y ver que se están pasando con el precio que ponen a estas prendas. ¡Uy!, imposible. Los que ganan dinero a espuertas con la venta de camisetas ‘legales’ buscan siempre ir más allá, y si este año las puedes comprar por 160 euros, el año próximo tendrás que pagar 190 o 200 euros, y así sucesivamente. Dicen que el que el aficionado luzca la camiseta de su equipo es la mejor campaña de marketing que se le puede hacer a un club de fútbol. Tiene razón, pero lo que era un espectáculo y un acontecimiento deportivo se ha convertido en una línea de negocio más para las entidades futbolísticas. Igual que el de las emisiones de los partidos por televisión, que además de tener un operados concreto, debes contratar una serie de servicios extras para poder el ver el fútbol. Eso sin destacar que comprar una entrada o ser abonado es como pagar la letra de una hipoteca.
