El ridículo de la prensa deportiva con el asunto Mbappé

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Leo esta mañana un artículo de Rubén Uría en goal.com y no hago más asentir cada palabra, cada párrafo que el periodista relata en su artículo. No voy a decir que sienta vergüenza de la profesión que ejerzo y que llevo a gala desde hace casi tres décadas, pero si esto es el espejo que van a tener los jóvenes que hoy se están matando en las universidades españolas preparándose para buscarse un futuro en una profesión que quieren amar, la imagen que les puede haber quedado es devastadora.

Anoche me quedé un rato viendo el programa El Chiringuito, y lo que más me molestó de todo es que los presentes manifestaban y creían que Mbappé había engañado al Real Madrid con su decisión de quedarse en el Paris Saint-Germain. Mi creencia es muy distinta: es que la prensa deportiva ha engañado a los aficionados al fútbol –y en especial a los del Real Madrid- diciéndoles que el francés ya era jugador del club blanco. La justificación ahora es que la palabra del futbolista galo vale menos que cinco duros de la república –salvo si eres coleccionista, claro-. La palabra de estos periodistas que han dado por hecho algo que no ha existido también ha quedado en entredicho. ¿Nos vamos a creer el próximo fichaje que anuncien a bombo y plantillo? Bueno, siempre habrá ingenuos que sean más papistas que el papa.

Por momentos hasta llegué a ser un incauto creyéndome casi todo lo que ha dicho esa prensa deportiva del asunto Mbappé, pero algo en mi interior me decía que había algo que no estaba muy claro del todo y que podría haber alguna explosión por algún lado. Y bien que ha explotado. Mi pregunta ahora no es saber cómo queda esta prensa deportiva; el tiempo ha dado y quitado razones, la cuestión la llevo a qué credibilidad tiene este área ahora. Después de años anunciando un fichaje “hecho”, “cerrado”, “pactado” y hasta “firmado” que he llegado a oír y leer en más de una ocasión, ¿hay algún atisbo de crítica honesta y que reconozcan este ridículo?

Me importa muy poco dónde juegue Mbappé y cuánto va cobrar; si va a ser un futbolista-estado como ya lo han calificado o un NO aspirante a ganarlo todo. No es algo que me vaya a quitar el sueño, de verdad. Lo que me preocupa es cómo ha quedado el periodismo deportivo, y esos lectores, oyentes y televidentes que se han creído desde el minuto cero una historia que no ha tenido el final que les han contado. La prensa y los periodistas que han trabajado este caso han hecho un ridículo notable, y no me vale que todo estaba pactado y que Mbappé ha faltado a su palabra. La palabra no existe cuando hay dinero, mucho dinero de por medio, y eso los periodistas lo deben saber. Bueno, se consolarán cuando Florentino Pérez le vuelva a decir “tranquilo”.