Que Internet ha cambiado la sociedad en la que vivimos y la manera de comunicarnos es algo que está más que asumido, y más en el periodismo deportivo. Esto también ha provocado que los cambios se hayan trasladado también al emisor (o creador) de la información, de ahí que los canales y hasta la recepción final de la misma también sea distintas. Empezamos con un ejemplo que posteriormente iremos profundizando para dar contenido al asunto: las redes sociales.
Mentiría si digo que me llamó la atención la información que leído esta misma mañana a través de la newsletter de Laboratorio de Periodismo sobre la influencia de las noticias que lanzan los deportistas de élite a través de las herramientas digitales y que se hacen eco los medios de comunicación. Pongamos un ejemplo. Rafa Nadal anuncia en sus redes sociales que tras el último torneo que ha disputado en Estados Unidos sufre una fisura en las costillas debido al estrés, y que estará de baja varias semanas. Esa noticia, minutos después de su publicación, los medios de comunicación se hacen eco de ella. Lo que le pase al deportista de élite no solo preocupa a los seguidores de éste, sino a los medios también. ¿Razón? Cada vez es más difícil (por no decir imposible) acercarse a ellos para contar con esa fuente primara de la información, de ahí que estas herramientas digitales sean muy efectivas no solo para los seguidores sino para los propios medios.
Como quedó señalado anteriormente esto es un ejemplo; real, pero un ejemplo. Ahora cambiamos de deporte y vamos a trasladarlo al fútbol. En el mal llamado deporte rey, este tipo de influencia se multiplica considerablemente. En el Trabajo Fin de Máster que defendí en julio de 2019, estudié a los gabinetes de comunicación de los clubes de fútbol y el control de la información que éstos ejercen sobre los futbolistas. Cuando por diversas razones quieren hablar sin tener por delante a los medios de comunicación utilizan sus redes sociales para manifestar lo que crean conveniente, puntualizar, aclarar o criticar algún asunto, por ejemplo, arbitral. Es más, los propios periodistas entrevistado para el trabajo reconocieron que siguen sus cuentas de redes sociales y hasta las de sus parejas, para que no se escape nada, siendo utilizada estas manifestaciones para crear una noticia cuando tenga cierto calibre.
Durante la investigación descubrí que existen agencias de comunicación que trabajan para el propio futbolista. Imaginemos por un momento que un medio de comunicación quiere entrevistar a un jugador. El periodista deberá hacer un notable trabajo en dos vertientes. Primero, hablar con el club en el que juega para solicitar la entrevista y, de manera paralela hacer lo propio con la agencia que le lleva los asuntos comunicativos.
Investigadores académicos y profesores universitarios también han dado buena cuenta de este hecho. Si profundizamos un poco más podemos llegar a un razonamiento de esta transformación en el periodismo deportivo. Uno de esos investigadores es el profesor de la Universidad de Sevilla José Luis Rojas Torrijos. Su línea de investigación pasa los libros de estilos en periodismo, así como la transformación que se ha producido en el periodismo deportivo. Aunque todos sus trabajos son de una sobresaliente calidad, vamos a resaltar dos de ellos para ilustrar mejor esta publicación: la futbotización de la información deportiva y el infotainment, llevando este último al estudio de la banalización de los contenidos deportivos.
Sin entrar en profundidad en los trabajos, sí que habría que resaltar que reconoce el autor que el balompié como derroche informativo “se ha convertido en un elemento decisivo que ha conducido a la banalización de los contenidos en el periodismo deportivo, que no selecciona los contenidos siempre a partir de criterios puramente noticiosos, dando incluso a veces más cabida al rumor, la anécdota o aspectos ajenos al mundo del deporte que a resultados y logros deportivos que merecerían una mayor valoración. Todo esto se traduce en una pérdida de la calidad del producto informativo resultante”.
En el otro texto describe el profesor sevillano que con el nacimiento de los canales de televisión privados en la década de los 90, el infoentretenimiento (un híbrido entre la información y la diversión) despertó la curiosidad del receptor, no dejando de ser más que un mero entretenimiento sin que exista “una percha de actualidad deportiva”. Insiste que entretenimiento e información no tienen por qué desunirse siempre que el infotainment llegue a ser cuestionable cuando se deja de dar noticias.
En esta misma web un servidor ya destacó que la información deportiva (o futbolística) se había transformado, insistiendo en una ‘salvamenización’ que daba lugar más al espectáculo que al de la propia comunicación, destacando los ejemplos de entonces y viniendo a confirmar lo que el investigador hacía referencia en sus estudios académicos. Pero el paso de los años ese infoentretenimiento ha ido aumentado. De la televisión ha pasado a la radio y hasta los periódicos, para que las columnas de opinión tengan un peso específico con el que poder influir a la audiencia.
Tomen esta referencia como algo curioso. Seguro que se acordarán de José María García. Este veterano (y ya retirado periodista) fue entrevistado por Carlos del Amor en su programa (magnífico, por cierto) La matemática del espejo. García reconoció que echaba de menos el periodismo que él hacía, de investigación, de denuncia. Claro, entonces no había redes sociales ni internet. ¿Cómo hubiese sido José María García ejerciendo ese tipo de periodismo con las herramientas digitales? Buena pregunta para encontrar una mejor respuesta.
En resumen, el periodismo deportivo ha cambiado con el paso de los años, siendo las redes sociales unas herramientas más para encontrar noticias con las que trabajar. Esas informaciones, en muchos de los casos, son la principal materia para crear el infoentretenimiento, que trasladado al mundo de fútbol sirven para hacer programas monográficos de un solo asunto.
